cronista

Extremadura-Histórica-definitivo

3. Fuentes documentales para la Historia de Almendralejo y Tierra de Barros, por Francisco Zarandieta Arenas

zarandieta-2wFrancisco Zarandieta Arenas: Isla Cristina, 1944. Maestro, Licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Historia. Tareas docentes y directivas en Cultural "Santa Ana" (Almendralejo) y, desde 1995 en la Facultad de Económicas de la UEx (Vicedecano de 2001 a 2008). Jubilado. Cronista Oficial de Almendralejo. Principales publicaciones: "Mentalidad y comportamientos de los hidalgos de una villa extremeña: Almendralejo en 1665" (1983: Mélanges de la Casa de Velázquez), "Plantaciones de viñas en Almendralejo a finales del siglo XVIII" (1986: Proserpina), Almendralejo en los siglos XVI y XVII, 2 vols., (1993), "Alcohol y destilerías en Extremadura (1845-1993)" (1996: La industria de una región no industrializada: Extremadura, 1750-1990), "Riqueza y consumo en la Baja Extremadura en el siglo XVII. Un análisis a través de las cartas de dote" (2000: Historia Agraria).
En este año 2009, ha publicado "Almendralejo en el siglo XVIII" (Silva de estudios en Homenaje a Mariano Fernández-Daza IX Marqués de la Encomienda) y ha presentado ponencias y comunicaciones, como "La situación económica de Almendralejo y Tierra de Barros durante la Restauración" (XXXI Jornadas de Viticultura y Enología Tierra de Barros), "Los tres primeros años de la guerra de la independencia en Almendralejo" (Jornadas de Historia de las Vegas Altas: la batalla de Medellín) y "Las revistas de divulgación histórica en España, en la década de 1970" (X Jornadas de Historia en Llerena. La divulgación de la Historia).

Fuentes documentales para la Historia de Almendralejo y Tierra de Barros

En primer lugar se define la comarca de Tierra de Barros, a caballo entre dos jurisdicciones principales, el Estado de Feria y la Orden de Santiago, y se hace un breve recorrido del escenario sobre el que tratarán las fuentes documentales. Un segundo eje, es el cronológico, restringido al "tiempo del II Marqués de Monsalud", con unos ligeros añadidos, para hacerlo coincidir con los reinados de Carlos III, Carlos IV, Fernando VII e Isabel II, abarcando, pues, de 1759 a 1868.
Dentro de esos parámetros del espacio y el tiempo discurre la historia como "conocimiento de una materia y como materia de ese conocimiento": un enorme campo de materia histórica que hemos distribuido, a efectos metodológicos, en dos "pisos": superficie y subsuelo. En la superficie, aparecen cuatro niveles, el demográfico, el económico, el social y el de las instituciones; mientras que el subsuelo es el espacio de las mentalidades. Todas se entrecruzan para originar una única Historia.
Con este bagaje, analizamos las principales fuentes de cada uno de esos apartados. En el demográfico, los Archivos Parroquiales y los censos y padrones conocidos para la Comarca; en el económico, el Catastro de Ensenada y distintas Encuestas y Repartimientos realizados a nivel municipal, así como los documentos referentes a los diezmos y a los Libros de Cuentas de distintas instituciones; sin olvidar la faceta económica de los Protocolos notariales en aspectos tan importantes como el proceso desamortizador.
Estas mismas fuentes son fundamentales para el análisis histórico de la sociedad, en el importante tiempo del paso de la estamental a la de clases. Se exponen las fuentes útiles para el estudio de grupos sociales en la Comarca, sean hidalgos, clérigos, grupos profesionales, como médicos o maestros, oligarquías locales, militares, sectores marginados, como herejes, esclavos o ilegítimos; y se destaca el valor como fuente histórica de la correspondencia epistolar y las memorias.
Todos, fueran primero súbditos o después ciudadanos, estuvieron sujetos a determinadas formas de poder, por lo que si queremos comprender a aquellos grupos humanos, sus formas de vida y su evolución en el tiempo, tenemos que estudiar esas variadas instituciones que gravitaban sobre ellos, sus "circunstancias"; en archivos señoriales como el del Estado de Feria, en Zafra; en archivos de órdenes, como el Histórico Nacional; pero, sobre todo, en el más próximo a los vecinos, el Archivo Municipal, que recoge la actividad del Cabildo, en sus faceta ordenancista y ejecutora de la vida diaria.
Por último, las mentalidades, que vienen a ser una encrucijada, sobre la que se construye el discurrir de cada momento, lo extraordinario y lo ordinario; lo individual y lo colectivo, lo general y lo marginal, el acontecimiento, la coyuntura y el tiempo largo. Si la mentalidad es lo que cambia con más lentitud, la historia de las mentalidades será la historia de la lentitud de la historia. Nos fijamos, únicamente, en las fuentes que nos permiten conocer tres aspectos fundamentales de la vida: el nacer y el morir; y el formar una familia (partidas sacramentales, testamentos, cartas de dote...).